Mientras corría esta mañana por un paseo pavimentado, me tuve que detener a observar la superficie que había bajo mis pies, era de adoquines que estaban desgastados, incomodos y muy claramente deteriorados.
Esto me hizo reflexionar sobre como decisiones arquitectónicas que deberían de ser tan simples como el material del pavimento impactan la experiencia cotidiana
¿Por qué no se opta por algo más ergonómico o sostenible?
Esto me hace que piense sobre todo en la evolución de la arquitectura. Antes, se priorizaban materiales mucho más duraderos como eran la piedra, o el ladrillo, pero hoy en día la sostenibilidad debería de ser principalmente el eje central.
Arquitectos contemporáneos como los que diseñan con materiales reciclados o incorporan elementos naturales nos demuestran que podemos diseñar y crear obras que si dialoguen con el entorno
Sin embargo, todavía vemos proyectos que ignoran todos estos principios priorizando la estética sobre la funcionalidad o el impacto ambiental
En el fondo de todo, cada obra refleja las prioridades de su época. Lo que hace que la pregunta en este caso sea;
¿estamos diseñando pensando en lo que viene en el futuro o solo resolviendo las necesidades del presente?
La arquitectura no debería de ser tan solo un refugio sino también un medio para mejorar nuestra interacción con nuestro entorno.